Esta mañana murió, en el hospital del Pino, Nanino Díaz Cutillas

 

 

 

FERNANDO RAMÍREZ SUÁREZ

 

Esta mañana falleció Fernando Díaz Cutillas, «Nanino» como cariñosamente le llamábamos cuantos trabajamos en los medios de información y quienes se apreciaban de su amistad en cualquier rincón de las ochos islas. Porque su popularidad se extendía a todo el Archipiélago, especialmente desde que lanzara su famoso programa de Televisión Española en Canarias, «Tenderete», que ha repetido ediciones desde hace una veintena de años y por el que pasó la práctica totalidad de todos los grupos importantes del folclore isleño; donde dejó constancia y sentó cátedra de su saber y conocimiento, llegando a alcanzar en repetidas ocasiones la cota de ser el programa de más audiencia en el Archipiélago, llegando incluso a ser emitido alguno de sus programas a nivel nacional.

 

Fernando Díaz Cutillas –cuyos restos mortales serán Inhumados esta tarde, a las cinco, en el Cementerio Católico de Las Palmas- había ingresado el pasado viernes en la Unidad de Vigilancia Intensiva del Hospital «Nuestra Señora del Pino» aquejado de una grave dolencia hepática que, pese a los esfuerzos médicos, no pudo superar.

 

Pero las auténticas raíces de Díaz Cutillas como profesional de la información crecieron en nuestro periódico DIARIO DE LAS PALMAS, donde cubrió distintas parcelas periodísticas  desde el año 59 al 74. Desde deportes a la crítica de arte, desde la información municipal a su columna diaria «Chismografía leve» que, precisamente, habla renovado hace pocos meses en nuestro periódico, hasta otras secciones del amplio abanico de la información.

 

Fue el segundo de once hermanos, de padre grancanario y madre palmera. A los dieciséis años ya habla publicado un libro de poemas. Impulsado por sus amigos. Por esa misma época destacó como uno de los mejores nadadores canarios, participando en campeonatos nacionales de natación, donde resultó bien clasificado.

 

En Barcelona inició estudios de Filosofía y Letras que no finalizó, siendo varias sus incursiones por distintas facetas artísticas, como el ballet de Triny Borrull «cuando era casi prohibitivo para un chico el dedicarse a la danza artística», había confesado él mismo; más tarde participó también con éxito en el teatro de cámara que dirigía el poeta Pedro Lezcano; recibió lecciones de canto en la escuela de Isabel Macario, porque «siempre tuve una gran afición a cantar, desde unas folías hasta un aria de ópera, como una canción suramericana».

 

Su vinculación con el deporte de la natación, su gran afabilidad y el don de hacerse rápidamente amigo de todo el mundo, propiciaron que amigos de la Península acudieran a él para pedirle datos deportivos para sus Informaciones en periódicos peninsulares. Así, casi sin proponérselo, encontró el «trampolín» que le lanzó a este tipo de información, en la época de Pedro Perdomo Acedo como director de DIARIO DE LAS PALMAS. Este conocía muy bien su afición por la poesía y fue quien le animó a trabajar en el periodismo, como el propio Nanino se recreaba en recordar a sus amigos.

 

Más tarde también trabajó en el desaparecido «Eco de Canarias» y en «El Día», compaginando su labor periodística con programas en Radio Nacional de España y Televisión Española en Canarias, hasta que pasó a formar parte de la plantilla del ente televisivo, entrando de lleno en el campo del folclore con su recordado programa «Tenderete», en el año 71, siendo director regional de TVE – C César Alonso.

 

Otros programas suyos como «Canarias viva», «El pueblo canta» y el último que realizó, «Perfiles canarios», le han calificado como uno de los mejores conocedores y divulgadores de nuestras costumbres, tradiciones, peculiaridades e idiosincrasia isleña, para lo que recorrió todas las islas hasta sus más recónditos rincones, siempre haciendo amigos por su particular afabilidad de carácter, siempre como un gran cantor de su tierra, con su lenguaje sencillo y coloquial.

 

 

Elfidio Alonso «Una pérdida irreparable»

 

Pocos minutos después de conocerse la noticia de su fallecimiento, el alcalde lagunero y miembro del conjunto de música folclórica «Los Sabandeños», Elfidio Alonso, no sin antes ocultar su tristeza por la desaparición del entrañable compañero, hacia una semblanza de su figura, que resumimos: «Es una pérdida irreparable, porque nadie como él ha divulgado a través de todos los medios de comunicación el folclore y la música popular de Canarias.

 

Yo recuerdo no sólo la primera fase del programa «Tenderete», que fue decisiva, como encuentro de la música popular canaria con la de Latinoamérica, sino también su página «Cantares» en el desaparecido «Eco de Canarias». Como periodista fue un todo terreno, tanto retransmitiendo un partido de la Unión Deportiva Las Palmas, como haciendo aquellas magníficas crónicas que nos mandaba desde la Redacción de «El Día» en la capital grancanaria. Como persona, era un auténtico amigo, un hombre que no tenía enemigos y que supo granjearse la estima y el cariño de las gentes humildes, de los campesinos y de todas las clases sociales en general».

 

 

«Libélula», un artículo premonitorio

 

Nada mejor que el texto que dedicó Fernando, desde su columna diaria «Chismografía leve» de este periódico a principios de este mismo mes, al fallecido compañero en las tareas de Televisión Española en Canarias, Sergio Almeida, para recordar la pérdida de este entrañable profesional grancanario que fue Díaz Cutillas, y en la que, adelantándose al tiempo, a modo de fatal presentimiento, hacía una elegía sobre la muerte del profesional, y que ahora nos sirve, desgraciada y tristemente, para glosar la muerte del propio Nanino.