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"Tenderete", el sonido de la Tierra

 

 

 

MARISOL AYALA

 

Nadie lo duda; Tenderete como programa de televisión no solo pasará a la historia de Televisión Española en Canarias, sino que tal fue su éxito que hay quienes afirman que los días de su emisión “la ciudad se vaciaba”. El televisor era cita obligada. Hablamos de la televisión en blanco y negro, de una España en la que Franco estaba vivo y los censores controlando.

 

Fernando Díaz Cutillas, Nanino, irremplazable y recordado, fue su presentador más carismático y lo fue hasta su muerte, hace ahora 25 años. TVE-C arranca el año 2014 cumpliendo 50 años de existencia y si hay un programa que merece una página especial en esa trayectoria informativa ese es Tenderete. La esencia del programa no era otra que la música popular, el rescate de voces y tocadores que se sentaban en torno a una mesa presidida por Nanino e interpretaban folklore, canciones canarias y canciones sudamericanas para muchos desconocidas. Así de simple, así de auténtico. El primer programa Tenderete se emitió en directo el 7 de septiembre, la víspera del Pino, del año 1971.

 

Pero, ¿cómo y por qué nace Tenderete? Desde finales de los años sesenta un grupo de amigos que luego se llamarían Los Viejos Tendereteros se reunían a tocar y cantar en un asadero/restaurante, El Pollo Dorado, en la calle Gravina de Las Palmas de Gran Canaria. Aquellas reuniones eran un tenderete, una reunión de cantadores, amigos y tocadores…

 

 

Momentos históricos

 

Los años van pasando y una vez retirado de la parrilla el Tenderete de 1971, en 1983 vuelve a emitirse ya en un nuevo plató, Infecar, en Las Palmas de Gran Canaria, decorado por Pepe Dámaso.

 

Elfidio Alonso, director musical de Los Sabandeños compuso la sintonía del programa De tenderete y se crea una nueva cabecera filmada en el bar El Perola en Agaete, obra de Tony Santana. Allí vuelven los “viejos tendereteros” y comienza Alfredo Ayala como productor de esa nueva etapa, una recuperación del programa por la que tanto había luchado.

 

Esta vez llega en color y luego en 1986 en otro plató con distinto decorado y nueva cabecera con dibujos de Cho Juaá en una nave de la Urbanización Las Torres. Esta etapa de los años ochenta del pasado siglo acaba en 1987.

 

En 1988 muere Fernando Díaz Cutillas, Nanino, y Tenderete se queda mudo hasta 1999, año en el que reaparece. Es justo nombrar personas significativas que sin ser trabajadores de televisión colaboraron en una u otra etapa del programa: Chago Ramos como coordinador y Carlos Abreu, que se encargaba de hacer las fotografías para tener la historia gráfica... 

Reivindicar a Nanino

 

 

 

VICENTE LLORCA

 

Ayer, 27 de noviembre, se cumplieron 25 años de la muerte de Fernando Díaz Cutillas, Nanino, el hombre que, como dijera Manolo Padorno, otro grandísimo de la cultura canaria, se empeñó, con la bondad en sus ojos, en desvelar el alma canaria, el alma canaria analfabeta y sabía.

 

Lo hizo con gran amor y cariño y lo consiguió. Lo consiguió, como ha reseñado estos días Yeray Rodríguez, suscitando la unanimidad, algo que muy pocos de los que conforman el devenir de la historia insular han conseguido. ¡Vean, pues, si era grande Nanino!

 

Han pasado 25 años de su temprana partida, apenas tenía 51 años, y su presencia sigue imborrable. Con todos los merecimientos, ha sido uno de los más importantes valedores de la cultura isleña. La muerte no lo ha condenado al olvido, sencillamente porque su obra y su ingente tarea superan el tiempo, hacen historia.

 

No sobran en estas Islas ejemplos que aglutinen en torno a sí a voluntades y valores que perduren en el tiempo. Nanino es una de esas escasas muestras. ¡Vean, pues, si era grande!

 

Nos desveló el alma canaria, la analfabeta y la sabia, escuchando. En estos tiempos en los que tanto se habla y tan poco se escucha, Nanino se fue a todos nuestros rincones y dio protagonismo y escuchó a los anónimos que, sin embargo, atesoran mucha sabiduría; y así mostró la esencia de la cultura popular, sin corsés. Además, hizo televisión canaria con mayúsculas en todas las letras.

 

Lloró y nos hizo llorar, porque allí, en lo que transmitía, no había tapujos, tampoco cartón piedra, maquillajes ni nada impostado, era la gente de esta tierra siendo ella, pudiendo ser ella ante los demás gracias a un comunicador que supo admirarla, atenderla, hacerla protagonista.

 

Su propuesta televisiva Tenderete, iniciada en 1971, no tiene parangón, ha sido la más importante creación realizada por la televisión en Canarias, insisto, en mayúsculas; pero que no se olviden tampoco El pueblo canta, Canarias mía, Perfiles o Música de las dos orillas.

 

Dijo Pérez Vidal que Canarias es una encrucijada de culturas donde se encuentran tradiciones que, desde hace tiempo, desaparecieron en los países de origen. Posiblemente muchas de ellas las conozcamos gracias a la ímproba tarea de Nanino, empeñado en una labor investigadora y divulgadora que ha dado sentido e identidad a esta tierra.

 

Nanino vio, oyó, sintió el alma, el ser canario y, con su grandísimo don de comunicador, nos hizo partícipes de ella. En una tierra asolada por el desarraigo y tan falta de autoestima, Nanino, ¡vean, pues, si era grande!, fue capaz de sentarnos a escuchar, a ver, a sentir, a rendir tributo a una manera de ser, de cantar, de bailar que son valores y símbolos de estas Islas, de este pueblo.

 

Nanino quiso, hizo, que los cantos de Veremundo Perera, Sebastián Ramos, José María Gil, Nijota, El Claca, Valentina... no cayesen en el olvido, fuesen amados.

 

Nunca se lo agradeceremos lo suficiente. En su honor, por su memoria, ¡qué vuelvan a sonar las guitarras y los timplillos!

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